Rueguen por nosotros

Las putas tristes,
las putas descomunales,
las putas que hacen patria,
las putas que nunca se quejan,
las mujeres de vida alegre
cuyas vidas no son alegres,
las meretrices.

Las putas baratas,
las putas bíblicas,
las putas que necesitan lubricación,
las putas hijas de putas,
las putas redimidas
y recaídas,
las putas que alimentan con el sudor de su sexo a sus hijos.

Las putas caras,
las putas incondicionales,
las putas que no dan besos en la boca,
las putas que se pagan sus estudios,
las mujeres de la noche
no obstante trabajen todo el santo día,
las bataclanas.

Las putas ricas,
las putas fieles,
las putas obligadas desde pequeñas,
las putas que han probado todas las posiciones,
las putas despreciadas por sus hijos
que es el peor de los desprecios,
las putas que sufren fuera de su trabajo más que en su trabajo.

Las putas viejas,
las putas pomposas,
las putas que lo pasan mal,
las putas de burdeles,
las mujeres de vida fácil
cuyas vidas no son fáciles,
las golfas.

Las putas desgastadas,
las putas primerizas,
las putas que ya no ejercen,
las putas de plaza San Enrique,
las prostitutas con carné sanitario al día
aunque no se reconozca su profesión,
las putas que esperan inconfesablemente a alguno que las rescate.

Las putas golpeadas por sus clientes.
las putas golpeadas por sus cafiches,
las putas golpeadas por sus padres,
las putas golpeadas por sus hermanos,
las putas golpeadas por sus maridos,
las putas golpeadas por sus amantes,
las putas golpeadas por sus hijos.

Las putas extranjeras,
las putas cansadas,
las putas que les gusta el pico,
las putas del barrio San Camilo,
las putas que se sienten acogidas por la Iglesia
y las que no,
las rameras.

Las putas-travestis,
las putas despreciadas,
las putas que cobran sobre 150.000 pesos,
las putas de las esquinas comunes y corrientes,
las putas que más que otras presas
arriendan el oído,
las mujeres que por ser mujeres son tratadas como putas.

Las putas –todas las putas–
llegarán antes que nosotros al Reino de Dios.*

Ignacio

*Nota del Autor. Lo dice clarito Jesús en Mateo 21, 31: “En verdad les dijo que los publicanos y las prostitutas entrarán antes que ustedes al Reino de Dios”.

1 comentario:

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Muy interesante y válido blog. Volveré.

Un abrazo grande

Víktor