ATENCIÓN

Por razones de fuerza mayor, después del 1 de Enero, Todos los Domingos suspenderá sus emisiones hasta Marzo de 2007, mientras tanto los invitamos a ver sus ediciones anteriores.

Lecturas Domingo 1 de Enero

Números 6, 22-27
Salmo 67
Carta de San Pablo a los Gálatas 4, 4-7
Evangelio según Lucas 2, 16-21

Al séptimo día….

En Iquique, un niño murió de hambre. Aferrado a un pedazo de pan, y luego de siete días, fue encontrado bajo la cama por sus vecinos y un cura a cargo de la sala cuna donde diariamente iba con su madre. Los vecinos de la población Los Puquios prefieren pensar que Igor murió de un ataque respiratorio o de una manera fulminante. Prefieren eso a imaginarse que el niño de un año y medio sufrió todos esos días, solo en su casa, sin alimentos, hasta que su cuerpo no resistió.

El niño Jesús nació hace siete días. Él es el Pan de vida que, con sus propias manos, se reparte para que nosotros no pasemos hambre.

¿Dónde quedó?

Mario

Sin nombre


¿Puedo escribir un poema sobre el niño en el pesebre

después que Igor muriera bajo la cama
cerca de un pan
y seco de hambre?

No, no puedo.

Ignacio

Lecturas Domingo 24 de Diciembre*


Isaías 9, 1 - 6
Salmo 96

Carta a Tito 2, 11 - 14
Evangelio según Lucas 2, 1 - 14
*Son las lecturas de la noche del 25





Divina carne


Aunque nadie diga que Jesús es un Dios disfrazado -como el elefante en el Jumbo-, nos cuesta tomar en serio la Encarnación.

Al salir del vientre de una muchacha de quince años, Dios no está pagando una manda. Al interior de la Trinidad ninguno de Ellos sacó el palito más corto y tuvo que revestirse de carne para que nosotros terrícolas pudiéramos entender el lenguaje divino-alienígena. Todo lo contrario. La carne no se ‘transforma’ en vehículo del encuentro con la divinidad, sino que el Dios-hecho-hombre nos comunica que EL lugar donde el Espíritu Santo tendrá su templo y desea celebrar eucaristía es mi carne, mi sangre, mis fluidos, mi transpiración.

Y este niño que será acariciado por María y tocará la lepra, me enseña que la salvación pasa por ahí. Sus peleas con los maestros de la Ley y los endemoniados, las comidas que le dan fama de curagüilla y bueno pa’l diente, su saliva que da vista a los ciegos, nos revelan que lo de Dios es carnal. Limpiar los pescados en la orilla con los discípulos o ‘dejarse caer’ en casa de Marta y María, son las bienaventuranzas puestas en acción y que, para los buenos entendedores, no son necesarias. Si compartió tres años de su vida con doce amigos, ¡¿cómo no iba a hablar sobre mujeres y cuál era la más bonita?! Nada humano le es ajeno: las conversaciones sobre política o religión mientras desgranaban arvejas con su madre, eran luego tema de oración con su Padre.

¿Cómo no alegrarse de esta buena noticia? El mismo Verbo de Dios – la Palabra que, por su resonancia, rompe el silencio de la nada caótica y sostiene en su vibración hasta el Fin todo lo creado- se revela como carnal en un pesebre. Así, todas mis lágrimas y mis recuerdos, las cicatrices que tengo cerca del codo, mis manos que han medido otros cuerpos.....en fin, toda mi carne se vuelve lugar de salvación, motivo de alabanza para miles de ángeles.

Entonces….¡fuera con tanta devoción extraña! Porque nada de lo humano escandaliza a Dios, nada de lo divino nos está vedado ¿No es más fácil, así, entender por qué es un pecado dejar a nuestro hermano sin casa o no silbarle a la vecina cuando sale a tomar sol?

Mario

Santiago


Escondida la ciudad entre sus pliegues
me dice:
- Aquella noche no había sitio en la posada

Tampoco hoy.


Ignacio

La estrategia comunicacional de Dios

Cada vez que la Presidenta va a presentar una medida social para el país, generalmente, lo hace desde una tribuna estratégica: rodeada de personas necesitadas que se beneficiarán de esta acción, muchas veces en un paisaje ad-hoc y, por supuesto, con cobertura completa de prensa y televisión. Es claro que con esto se quiere comunicar a un amplio número de personas que el gobierno está preocupado de su gente, conoce su necesidad y toma medidas significativas al respecto. Y todo en esta forma de comunicar está fríamente calculado.

Dios, en cambio, para anunciar el evento más grande de la historia usa una estrategia comunicacional completamente distinta: envía a un ángel para que le comunique a unos pastores la gran noticia del Nacimiento de su Hijo. Es verdad, lo hace a gente sencilla, y en esto se asemeja a la estrategia gubernamental de moda. Pero la razón de fondo es opuesta. Dios no está usando a los pastores. Dudo que tenga la expectativa de que ellos vayan a ser los mejores transmisores de la noticia (pensemos en los pastores: gente solitaria, ermitaña, de escasas palabras y poco roce social). Dudo, también, que Dios piense que comunicarles la noticia a unos pastores mejore su imagen y lo haga subir en las encuestas.

En términos postmodernos, por tanto, podríamos decir que la estrategia comunicacional de Dios es la anti-estrategia. Y es que las claves de Dios van por otro lado. Él le comunica la Buena Noticia a los pastores por puro gozo y gratuidad, y por una genuina señal de que el Reino es para todos, sobretodo para quienes orbitan en los márgenes, despojados de poder, con oficios comunes y vidas sencillas.

Los pastores, por su parte, se encuentran a la intemperie, expuestos al anuncio, bajo el silencio de la noche y las estrellas, silencio que les permite escuchar el mensaje. Esta disposición es la actitud básica de los depositarios de un mensaje, y es lo que en definitiva lleva a los pastores a conmoverse y dejarse sorprender por la noticia.

Pero eso no es todo en este comunicado. El broche de oro del anuncio del Mensaje es la prueba de que lo que se les está comunicando a los pastores es verdad: un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre. Nunca en la historia una afirmación de esta magnitud tuvo una señal más pobre, frágil e insignificante. Y esta es la mayor paradoja, y la maravilla más grande de la Buena Nueva.
María de los Angeles Pavez

Lecturas Domingo 17 de Diciembre

Sofonías 3, 14 – 18
Salmo: Cántico de Isaías 12, 2 - 6
Filipenses 4, 4 - 7
Evangelio según Lucas 3,
10 – 18

Estén alegres

'Si escriben de París, de donde vienen las guaguas,
hay que ceder el turno.'
Mario

Fácilmente asociamos el cristianismo al dolor, la ascesis, cargar la cruz, sobriedad, vencerse uno mismo y a la abnegación con sabor a resignación. Espontáneamente pensamos que seguir a Cristo implica sufrimiento, porque Él padeció y murió por nosotros. Como si el dolor y el sufrimiento fueran el lugar privilegiado de la presencia divina y su pedagogía preferida.

Sin embargo, el mandato paulino es claro e insistente: estén siempre alegres en el Señor; se los repito, estén alegres. Según el texto de Sofonías, Israel lanza gritos de gozo, se alegra y exulta de todo corazón porque Dios está en medio de ella y ya no teme. E Isaías, en el salmo, nos invita a dar gritos de gozo y de júbilo. Entonces, ¿Cómo comprender esta insistencia en la alegría?

Con la encarnación, Dios se ha vinculado con toda la realidad, con todo lo humano. También con la experiencia del gozo y la alegría, que en adelante nos pone en contacto con lo divino. "Estén alegres" no es un llamado a la diversión permanente, sino una invitación a organizar nuestras vidas de manera que todos quienes nos rodean vivan en paz, con gusto, profundamente felices.

Vivir para hacer felices a los demás es lo mismo que renunciar a ser uno el centro, porque supone anteponer la alegría compartida a la alegría particular.

En este tercer domingo de Adviento, no olvidemos que la salvación que Jesús nos regala es ante todo y en primer lugar la plenitud del hombre: que viva bien y feliz. Juan Bautista bien lo sabía al anunciar la Buena Noticia al pueblo.

Román Guridi sj

Exhumaciones


Mártires de Pisagua.*
Mártires de Calama.
Mártires de Tocopilla.
Mártires de Copiapo.
Mártires de Vicuña.
Mártires de La Serena.
Mártires de Cuesta Barriga.
Mártires de Colina.
Mártires de Santiago.
Mártires de Lonquén.
Mártires de Paine.
Mártires de Talca.
Mártires de Constitución.
Mártires de Coronel.
Mártires de Concepción.
Mártires de Los Ángeles.
Mártires de Laja.
Mártires de San Rosende.
Mártires de Mulchén.
Mártires de Temuco.
Mártires de Sicahue.
Dos mil doscientos setenta y nueve mártires en Chile.
*
Mártires del viento:
si no hay justicia.

Mártires de la verdad:
si no los olvidamos.


Ignacio

* Estos son los lugares donde ha habido exhumaciones en Chile hasta Octubre del 2001, según FASIC (Fundación de Ayuda Social de las Iglesias Cristianas).
** Número de víctimas por la violencia política, según el Informe De La Comisión Nacional De Verdad Y Reconciliación

Duda

Han sido muy turbulentos los últimos días en nuestro país. La muerte de Pinochet fue tan fuerte que parece removió tierras muy húmedas. A partir de este acontecimiento –y todo lo que acarrea- muchas cosas me han dado vueltas, generándome diversos sentimientos. Y reconozco, que estos pensamientos y sentimientos tienen mucho que ver con quien soy, la familia en la que me crié, las instituciones en las que me eduqué y también la imagen de Dios que tengo, en la que creo y la que me acompaña.

Por una parte espero y deseo creer en un Dios que me ama sin miramientos, que me acoge, perdona y recibe a su lado sin necesidad de merecerlo. Pero de repente se muere Pinochet, cabeza de un régimen con más de 3.000 desaparecidos, con miles de torturados, con operaciones orquestadas con gobiernos de diversos países para matar y torturar a sus detractores, y en la misa de funeral quien la preside dice que ahora él mira directamente a los ojos de Dios. Me da dolor de guata pensar que eso es así.

¿Cómo puedo lidiar con una imagen de Dios que acoge y quiere a todos, y que por lo tanto quiere y acoge incluso a un dictador? Y es aquí donde encuentro la Buena Nueva que se nos anuncia a Todos, sin distinción, en el Evangelio de este domingo. Primero, que efectivamente Dios nos quiere a todos, y por lo tanto me imagino cuanto ha de sufrir el Padre al ver que sus hijos tienen ese trato entre sí, porque somos capaces de tratar mal a los hermanos tanto que los deshumanizamos. Pero, y he aquí la segunda buena noticia que yo veo, Dios nos promete su perdón, a pesar del inmenso dolor que hemos hecho padecer tanto a nuestros hermanos como a Él directamente. ¿Significa, entonces, que creo que Pinochet está en el cielo tal como dijo el obispo castrense? Creo que Dios nos promete el perdón, pero así como en todo, somos libres de pedirlo y aceptarlo, y para ello primero hay que admitir el error y arrepentirse profundamente.
Mi duda es si uno puede esperar a estar delante de Dios para dar ese paso, o si a esas alturas ya es muy tarde.

Bernardita Hiriart

Lecturas Domingo 10 de Diciembre


Baruc 5, 1-9
Salmo 126
Filipenses 1, 4-6 y 8-11
Evangelio según San Lucas 3,
1-6

Todo... poderoso/amoroso

Quienes tenemos más de 25 años, guardamos en algún rincón de la infancia al menos dos cuentos. El primero cuenta cómo un gato, para vencer al brujo, le propone el siguiente desafío: que se transforme en un león y, luego, en un ratón. Si es un verdadero y poderoso brujo, no sólo tiene que caber en lo más grande, sino entrar en lo más pequeño. Y resulta que, cuando éste se convierte en roedor, el astuto ‘gato con botas’ se come al brujo.

Cuando vemos al niño en el pesebre aun rojo por el parto, podemos caer en la trampa felina. ¿Cómo Dios, que no puede ser contenido por el Universo entero, es capaz de ‘entrar’ en un cuerpito de dos kilos ochocientos gramos?. La razón: porque es el Brujo de los brujos y puede realizar las proezas más increíbles.

Sin embargo, Jesús en brazos de María no es signo del todo-poder de Dios, sino de su todo-amor. Su nacimiento no es demostración de superioridad, sino de cariño. En la primera lectura, Baruc nos cuenta que Dios mismo vendrá a allanar los cerros y rellenar los valles para que retorne su pueblo al lugar del cual nunca debió salir. Dios, porque es amor, despejará cualquier cosa que impida verlo cara a cara y gozar de su ternura de Padre. Esa guagua, ahora indefensa, en un par de años tomará un látigo y, como Moisés en el mar, allanará el camino para que todo hombre ingrese al ‘lugar de Dios’; con su grito en la cruz, al igual que Juan en el Jordán, rajará el velo que enjaula al Espíritu en el Templo. Dios, porque nos ama, quitará todo lo que esté en medio, para que, si lo deseamos, se quede Él en ese lugar.

Entonces, nada de andar engatusando brujos. Lo que nos toca es disponernos a la llegada de quien ha cruzado cielo, mar y tierra para golpear nuestra puerta y hacerse el invitado a comer. Sólo nos toca estar atentos y preparados…….como el zorro que espera la llegada de su amigo en medio del trigal. El Principito de la paz que ha recorrido muchos lugares para venir y ‘hacer tienda’ conmigo, está pronto a venir. Quiere pasar su tiempo conmigo porque me ama. Hay que estar al aguaite, entre nerviosos y contentos.
Mario

A la ofensiva


Es completa y absolutamente necesario profanar los libros.
¡¿Qué hacen ahí guardados como reliquias?!

Sáquenlos a la calle,
que se lean a viva voz.
¡Proclámenlos en vez del periódico!

Escriban sobre sus páginas,
subráyenlos.
No los dejen vírgenes al sentimiento,
estériles a la acción.
¡Que sus palabras se hagan carne!

La poesía no debe ser hija de la reverencia
sino cómplice de un nuevo mundo.

Ignacio

Revolución del alma

Hace tiempo llevo pensando cómo revolucionar el alma, cómo hacer un golpe de estado a la racionalidad y dejarse convencer y penetrar por Cristo. Cómo Romper la racionalidad y gritar a todos los vientos el amor de Cristo sin miedo y sin ser loca, sin sonar como fanática… Y me di cuenta que la mejor manera es dejarse llevar por el corazón y actuar de la misma forma de él, desde el alma, desde el amor, entregando todo, desprendiéndose de uno mismo. Así, hace un tiempo dedico la mayor parte de mi vida al trabajo en Campamentos, al acompañamiento de cada dirigente, a tratar de sentir como un, al parecer, detalle tan pequeño como estar cada semana con ellas o realizar salidas a otro lugar que no sea cerca de sus casas va cambiando poco a poco la vidas de ellas y la mía.

Hace un tiempo una de ellas relataba como de un tiempo a esta parte se empezó a arreglar, encontrarse más linda, cambió su relación con su esposo y ahora se quiere mucho más, con otra luchamos juntas por las mujeres maltratadas del Campamento. Es esto lo que me hace pensar que esa intuición de quedarme ahí siempre más, al final del tiempo nos revoluciona en lo más profundo a todas, haciéndonos mirar la vida desde los pequeños detalles, para iniciar grandes luchas.

Los caminos de la vida son insospechados, Dios se manifiesta a veces de las formas más insólitas pero se camina más claro cuando se escuchan esas pequeñas vocecitas desde adentro, esas que te dan la intuición… es esa intuición, la que sin duda nos unió y hoy nos mantiene unidas, fue algo que gatilló en nuestros corazones que nos llamó a luchar sin miedo a nada, porque juntas somos incansables.

Debemos sacar esta revolución desde dentro para revolucionar todo, la justicia, el país, a nuestro entorno, a nuestros vecinos… todo!!!. Gritar que todos unidos podemos más que uno, que las intuiciones son intuiciones a opciones de vida, y por lo tanto no debemos cerrar nuestro corazón, ojos, ni oídos. En definitiva sublevarse contra toda forma de injusticia y gritarlo a todos los vientos, pero también como hormiguitas trabajar para ello, aunque a veces creamos que no se escuche…

Valentina Insulza

Lecturas Domingo 3 de Diciembre


Jeremías 33, 14 – 16
Salmo 25
Primera Carta a los Tesalonicenses 3, 12 – 4, 2
Evangelio según San Lucas 21, 25 – 28 y 34 - 36

Perder la fe

Es muy doloroso perder la fe. Las pestañas ‘del alma’ tienen que hacer un esfuerzo supremo para que las lágrimas no caigan; el corazón, estirarse el máximo para no rajarse. Todo se cubre de una atmósfera triste y sin gracia, como esos días de lluvia donde los perros no tienen dónde capear el agua. En esos momentos, sólo dan ganas de abrazar la almohada a ver si se logra algo de calorcito, pues el resto de la cama está vacía y helada.

Este dolor y sentimiento de abandono aumenta cuando es fruto de una decepción. Hay veces que, aunque coloquemos todo el empeño, nuestro amor termina zamarreado como trapero. ¿Cómo aguantarse en pie cuando has preparado cada palabras durante semanas, y recibes de ella un ‘no’ seco y sin posibilidad de réplica? ¿Cómo volver a la casa, luego que has gastado los zapatos y los sesos en la calle para que otros terminen simplificando tus empeños diciendo: ‘mira, que interesante’? ¿Qué pegamento usar cuando se quiebra la imagen paterna porque, al sorprenderlo con su amante, sólo atina a decir: ‘con tu mamá las cosas no están bien’?

A muchos, aunque no lo queramos reconocer, nos pasa esto con la Navidad. Estamos buscando a un Dios que, de una vez por todas, se haga presente con poder y explique por qué tanto dolor y enrredos. Buscamos con ansia al Dios todopoderoso del que nos hablaron en el colegio, pero terminamos frente a un pesebre con un niñito más indefenso que nosotros. Resulta que los anuncios sobre el término del mundo, son ¡al revés! ¿Será que Dios quiere que perdamos la fe? ¿Será que Dios quiere que perdamos esa fe, para realmente creer?

Ese brinco de confianza es doloroso. Estar en la oscuridad en medio de ovejas, burros y una pareja primeriza de padres, y al mismo tiempo esperar de ahí la Luz, es algo que perfora cualquier fe. Que la Virgen nos alcance un pañuelito al comienzo del Adviento.

Menos mal que quedan tres semanas más
.
Mario

Poesía del absurdo


Las piedras llovían hacia el cielo.
Y un pétalo de lágrima resbaló por tu mejilla.
La orfandad crece cada 25.

La realidad se convierte en una pantalla de computador:
todo es plano
(y basta apretar un botón para ir hacia otro lado).

¡Silencio!
Un rayo de flor iluminó al sol.

Ignacio

…salta en el tablón, salta en el tablón, que llegó la LIBERACIÓN

Comenzamos un nuevo año litúrgico y lo queremos celebrar en grande; así como Pamela Díaz ha preparado su matrimonio ‘tirando la casa por la ventana’ para que todo Chile se entere, nosotros como Iglesia también deseamos hacer algo parecido –aunque con menos glamour– para que todo el mundo esté informado y participe; lo anunciamos, lo gritamos, lo gozamos. ¡Dios va a ser papá y está chocho! No tiene el pecho frío, sino que su Espíritu le quema el corazón. ¡Nacerá el hijo de Dios! El Verbo prometido desde tiempos inmemoriales ‘se hará carne’. Por eso debemos estar atentos.

Este Hijo viene a darnos, con su vida, los últimos consejos para construir el Reino. No se viene con chicas (“de tal palo tal astilla”) y está dispuesto a todo –incluso a dar la vida– para demostrarnos que vale la pena vivir por grandes causas perdidas, que vale la pena la lucha por la justicia que la misma Fe nos exige.

Por eso este Evangelio habla como si se fuera a acabar el mundo. Y de hecho, así será: los nuevos tiempos, que se inauguran con tutti, llegarán a desordenarnos la vida, cuestionar nuestros proyectos y romper nuestro pequeño y frágil bien formado castillo de naipes. ¿Qué se debe venir abajo? ¿A qué tipo de vida nos está invitando Dios a renacer?

Si Él murió por la liberación de los excluidos de su tiempo, nosotros debemos ser capaces de entregar toda nuestra vida por la liberación de nuestros pueblos, por la liberación de la miseria y la marginación. Para eso nació y por ello debemos morir. Liberemos a nuestros pueblos de crueles dioses como el mercado, la droga, el alcohol, las riquezas, el egoísmo (como duelen esas muertes por hambre!!, nos duelen?), la discriminación, ¡Basta! La invitación está hecha, ¿quién se quiere dejar afectar?

A Dios no le gusta que lo encasillemos; no conoce de esquemas y fórmulas. Pero, claramente, nos dice que la guagüita nacerá con una marraqueta bajo el brazo: la Liberación.

Carlos Campos

Lecturas Domingo 26 de Noviembre


Daniel 7, 13 - 14
Salmo 93
Apocalipsis 1, 5 - 8
Evangelio según San Juan 18,
33 - 37

El rey

Luis Dimas es el rey del Twist, y Pelé del Fútbol. Mientras Elvis es rey del rock and roll, Germán Torres lo es del berlín. Boris Quercia es el rey de los huevones, y Carlos rey de España. Incluso Simba es rey, sin contar que Pedro Vargas se autoproclamó como tal. Hay realeza para todo. Para cada feudo, su señor feudal.

¿Qué significa celebrar la realeza de Cristo, si incluso Él rehusó ser proclamado rey? Es cierto que los Evangelios narran cómo Jesús fue visitado por reyes, y cómo a María se le promete un hijo-heredero del reino de David. Y aunque con imágenes invertidas, se nos hablan de una corona (de espinas), un manto (de trapo púrpura), un báculo (que es un palo) y de un trono que en la cabecera certifica la realeza de quien ahí está (la cruz).

Sin embargo, tengo la impresión que la realeza de Cristo reside fundamentalmente en su ‘sangre azul’. Como narra el libro de Daniel, Cristo es quien ha recibo toda potestad de su Papá. Su realeza le viene ‘por la familia’ que tiene. El Hijo del Hombre es heredero de todo porque el Anciano, que lo ama, le dio ‘un imperio eterno, que nunca pasará, y su reino no será destruido jamás’. Por eso Jesús arranca del Tentador cuando éste le ofrezca esto en el desierto. El ‘cola de flecha’ no es de la familia y todos sus ofrecimientos de realeza, rechazados.

Al finalizar el año litúrgico y comenzar el Adviento celebramos, en el Hijo, nuestra propia nobleza. Si somos hermanos de Jesús, nos transformamos inmediatamente en co-herederos del Reino. Así, nuestra convicción este domingo debería ser doble: primero, y porque somos familiares de Dios, nuestra estirpe divina; y, por otro lado, que rehusaremos toda realeza que implique vasallaje entre nosotros……porque Cristo, nuestro hermano y Señor, es Rey.
Mario

INRI

Creo en aquel acusado de borracho y glotón
y que fue escándalo para puritanos.

En aquel que transformó el agua en vino
y multiplicó panes y peces a los despreciados.

En aquel que no condenó a las putas
pero sí acarició a enfermos y olvidados.

En aquel que expulsó a los comerciantes del templo
y afirmó que el cielo pertenece a los mendigos.

En aquel que fue hecho burla por morir en un madero,
y aun resucitando mostró sus llagas y comió pescado.

Ignacio

INRI: Jesús Nazareno Rey de los Judíos (en latín). Cartel puesto arriba de la cruz de Jesús por Pilato.

El broche de oro

Aún cuando TVN hace sus mejores esfuerzos por hacernos soñar con otros mundos posibles (donde la niña pobre se convierte en princesa), reinos, reyes y dragones, quedan en el mundo de lo imposible, de la fantasía. Nadie se atreve siquiera a soñarlo, menos hoy que por ser bueno te ganas el título de “Rey de los Huevones”.

Lo mismo ocurre con el proyecto de Dios. Espectacular, buenísimo, nobledifícil, utópicoimposible. Y para más remate, añejo. Si hasta se le ocurre hablar de un Reino ¡y el mismo Jesús se las da de Rey!... como si la vida se tratara de un lindo cuento de hadas.

El año litúrgico, termina con la Fiesta de Cristo Rey. Pone el broche de oro al tiempo vivido, reconociendo que el niño de Belén, aquel adorado en el pesebre como rey, muere también como tal con un letrerito sobre la cruz que nos recuerda su “dignidad”. Así creer es de locos o mensos.

Sin embargo, si reemplazamos la idea de Reino por la de Felicidad (la plena, la que va más allá del estado transitorio de alegría, la del gozo que no acaba) nos acercamos al proyecto de Dios posible, entusiasmante, vigente.

Haz la prueba de leer algún trozo del Evangelio en esta clave. No será tan extraño entender Reino de Dios como sinónimo de gratuidad, justicia, verdad o amor. Pero procura entenderlo (y vivirlo) desde la lógica de Dios (aquella que resulta ilógica para nosotros). Piensa en un proyecto grande, pero que nace desde abajo, desde lo sencillo, que no tiene publicidad, que se realiza todos los días casi en anonimato, casi ha riesgo de pasar desapercibido. Piensa también en un Dios que lo puede todo, pero que se fía de ti para cumplir su sueño, simplemente porque te quiere.

Te aseguro que el Rey y Reino no te parecerán tan ridículos, y entenderás aquello de “ya está entre nosotros”. Tampoco compararás a Jesús, el Rey, con el protagonista de la película de Quercia. Verás a Dios, Rey y Señor de la creación, invitándote a vivir como tal: rey o reina de tu propia vida, con un proyecto grande entre manos y con la posibilidad de realizarlo porque “Él te auspicia”.

Pablo Kramm

Lecturas Domingo 19 de Noviembre


Daniel 12, 1 - 3
Salmo 16
Carta a los Hebreos 10, 11 - 14 y 18
Evangelio según San Marcos 13, 24 - 32

¿Cuál es la buena noticia?

No sólo las financieras y su ‘pascueritis’ nos adelantan las fiestas de fin de año. La liturgia de la Iglesia, desde hace siglos, dispone de un tiempo de preparación a la Navidad. Ella sabe, como buena dueña de casa, que una fiesta importante debe prepararse con anticipación.

Y aunque para Adviento faltan dos semanas, los textos ya comenzaron el redoble de tambores para el nacimiento del Verbo eterno de Dios. Él es ‘el Hijo del hombre que viene’ y del cual ‘ya hay señales’. Hasta ahí, ningún problema. Pero, ¿cómo entender que, en esta venida, va a quedar ‘la escoba’? Los textos lo dicen clarito: van a revivir del polvo los muertos, se oscurecerá el sol, caerán las estrellas.... ¿Cuál es la buena noticia?

El día que Dios venga hasta nosotros claramente los cimientos serán sacudidos, pero no porque Él los mueva hasta que caigamos al vacío, sino de los cabezazos que nos vamos a pegar contra el suelo. Cuando veamos a Dios y descubramos que era la guaguita del pesebre y también nuestros amigos y vecinos, nos caerá.......la teja. Querremos quemarnos a lo bonzo o tirarnos, como Espina, del último piso del edificio al descubrir cuánta lesera hicimos.

Y, ahí, vendrá el verdadero fuego que nos purificará: la guaguita nos mirará y nos derretirá. Su mirada quemará todos nuestros deseos suicidas y culpógenos, para contarnos que Su voluntad es única: nuestra salvación. Dios no es libre frente a nosotros. Su amor lo tiene atado.

Por eso su mirada nos mostrará, quizás con más intensidad aun, todas las cabezas de pescado que hemos hecho pero, y al mismo tiempo, que nuestra destino es el del Hijo, que somos los predilectos desde toda la eternidad, y que Él no se cansará de pasarnos la lengua como una madre a su cachorro.

Mario

El enigma de la palabra


Palabras que rasgan el silencio
palabras que rebotan
palabras sobre palabras
palabras absolutamente imprescindibles
palabras hirientes
palabras inconclusas
coquetas palabras.
Palabras transparentes
palabras sólidas
palabras irrelevantes
palabras irreverentes
palabras que brotan desde lo más profundo
palabras seguidas de tres puntos suspensivos
palabras cómplices.

Al final será la Palabra.



Ignacio

La Encarnación

Sólo el Padre lo sabe” ¿Cuántas veces a lo largo de nuestra vida hemos escuchado esta frase? ¿Cuántas veces hemos oído decir y hemos dicho: “Dios sabe por qué hace las cosas”. Y las preguntas siguen apareciendo. Porque si Dios hace y deshace, ¿qué pasa con mi libertad, regalo que Él mismo nos hizo?; y si se adelanta a lo que cada uno querría elegir, ¿qué gracia tendrían mis respuestas de hija?

Ésta, sin embargo, es una de las grandes interrogantes y desafíos con la que vivimos a diario los cristianos. No es fácil juntar la pregunta sobre el querer del Padre (a qué nos llama, dónde quiere que sirvamos) y nuestras interrogantes (si seremos capaces de responderle y cómo lo haremos).

Pero aunque no sepamos si la senda es la correcta o si estaremos haciendo Su voluntad, tenemos una clara certeza en la cual ponemos nuestra esperanza: Dios a cada momento nos llama a servir, teniendo para cada uno una invitación particular. A María la invitó a ser su compañera de misión, conociendo su entrega, su fidelidad, conociendo su humildad, tal vez no sabría qué respuesta ella daría a esta invitación, pero sólo el Padre sabía a qué mujer estaba llamando.

Es por esto que San Ignacio en los Ejercicios Espirituales nos invita a ser “prestos y diligentes” para poder estar atentos y disponibles a la invitación que el Señor nos hace. ¿Cómo ser sordos a su invitación, sabiendo que el Padre nos conoce perfectamente?. Creo que es justamente aquí donde se juega nuestra libertad, en querer escuchar, en buscar, en hacernos disponibles.

Es probable que en este momento no veamos claramente ni a qué, ni a dónde nos llama el Señor y por lo mismo sólo nos queda estar atentos y buscar, confiando en que “cuando las ramas de las higueras están tiernas y le broten las hojas, sabremos que el verano está cerca”, sabiendo entonces que el Hijo está con nosotros.

Francisca González

Lecturas Domingo 12 de Noviembre


I Reyes 17, 10 – 16
Salmo 146
Carta a los Hebreos 9, 24 – 28
Evangelio según San Marcos 12,
38-44

María de los Ángeles

Este miércoles comenzó el mes de María.
Un ángel la visita y le da la mejor noticia de su vida.

Pero, ¿qué pasa cuando ella te visita?
¿Qué sucede cuando en el metro te encuentras con la mujer más bella en años, que tiene todo lo que reclaman tus ojos? ¿Qué pasa cuando dan ganas de bajarse en su misma estación, invitarla a un café, un trago,...¡lo que sea!, pero hay que bajarse más adelante porque tu estación es otra? ¿Y qué pasa cuando, al cerrarse las puertas, te quedas con la corazonada que hubiese dicho ‘bueno ya’?
¿Qué pasa?

El alma no salta precisamente de gozo.

Mario

PRAXIS


Servidores de
La Palabra.

Ministros de
El Altar.

Continuadores de
La Misión.

Genuflexiones ante
el Santísimo.

Reverencias
al Báculo y al Anillo.

Expertos
en Moral Sexual.

¿Y dónde está el hombre?



Ignacio

Las Personas en situación de Riqueza y las en situación de Pobreza

Si Dios o la Energía Universal no existiesen, no habría equilibrio. Éste se ve reflejado en la confianza entre las personas. Pero ¿qué me hace estar dispuesto a confiar? La Seguridad y la Desesperanza: tan iguales como para lograrlo. Si me siento seguro, no me importa perder un poco, porque tengo mucho. Si me siento desesperanzado, no tengo nada que perder, realmente.

Una mujer desesperanzada escucha en su camino a un hombre seguro que le pide agua y, después, pan. Cuando el hombre siente que ella no le responde como el resto, se fascina, se maravilla con una mujer que sea capaz de devolverle lo que siempre buscó, lo que más ingenua e idealistamente busco: su esencia. En el mundo cada vez más “seguros” están más dispuestos a pagarle a “desesperanzados” por el pan y el agua que puedan compartir con ellos, y más hombres están deseosos de encontrar su esencia (el amor es esencial).

Cuando se habla de que Dios o la Energía Universal (EU) premia a algunos y castiga a otros, tal vez quiere decir que, si queremos, podemos volver al equilibrio, a la esencia. Lo bueno y lo malo no se anulan, se equilibran.

A las personas en situación de riqueza y a las que están en la de pobreza, les cuesta mucho dejar su condición. A los que están en riqueza les cuesta “felicidad”, estatus, “amigos”, orgullo; mientras que en los pobres lo mismo, en esfuerzo y plata, pero en más riesgo (el debate entre la vida y la muerte permanente). Ambos comparten la inseguridad y la incertidumbre respecto a cualquier futuro. Creo que ambos tránsitos hacia el equilibrio son terribles, pues nunca se puede estar ausente todo el tiempo y por ello, es inevitable pensarlos, sentirlos. Pero más allá de lo que pensemos y sintamos, lo importante es qué hacemos cuando podemos movilizarnos, cuando creemos ser capaces de optar por el equilibrio, cuando defendemos que podemos mantener nuestra esencia, cuando se nos propone vivir profundamente a Dios (o la EU).
Cristián Ceruti

Lecturas Domingo 5 de Noviembre


Deuteronomio 6, 1-6
Salmo 17
Carta a los Hebreos 7, 23-28
Evangelio según San Marcos 12,
28-34

¿Cómo entran 4 elefantes en un Fiat 600?

Quien le pregunta a Jesús sobre el mandamiento más importante de la ley, no es un ‘palo blanco’. Como buen maestro de la ley, sabe que no es fácil decir cuál, de los 613 mandamientos de la ley mosaica, es el más importante. Y el contexto aumenta la tensión: ambos se hallan en el Templo de Jerusalén, frente a todos los creyentes que han llegado hasta ahí para rendir el culto. Por eso, con su respuesta Jesús no sólo demuestra habilidad para salir de los aprietos y poner en su lugar a los ‘sapos’, sino que ordena las dos más grandes instituciones de su tiempo: la ley y el Templo.

¿Hay algún paralelo que nos pueda ayudar a entender la magnitud de esto? Es cómo pararse, delante de todos los inversionistas de Wall Strett, y poner en su lugar a la economía neoliberal. Es llegar a Silicon Valley y dar clase sobre tecnología, o frente a Green Peace decir qué debemos hacer con el medio ambiente. Es pararse y hablar en lugares donde un paso en falso significa ser trasquilado.

En Chile, por supuesto, también tenemos nuestros pequeños templos y leyes que parecen ‘sagradas’, cada una con sus propios sacerdotes y cultos. Universidades, lugares de vacaciones, amistades,… garantizan el éxito porque ahí se conocen los futuros maestros de la ley. Y aunque la ‘ofrenda’ sea grande, hay que presentarla para no quedar excluido del culto.

La respuesta de Jesús en el Templo no es trivial. Ella ordena lo que está primero, y lo que será pérdida de tiempo y esfuerzos. Arriesga el pellejo en medio de toda la asamblea, para contarnos que amar a Dios y a los hermanos es, de todo lo que podemos hacer y cumplir, lo más importante.

Pero, y con nuestro pichón –para la ofrenda del Templo- bajo el brazo, ¿no miramos todavía a Jesús con un poquito de compasión por lo inocente que es?

Mario

Solidaridad

En Judea: palestino.
Negro entre skinhead`s.
En la Alemania nazi: judío.
Lesbiana en medio de homofóbicos.
En la cárcel: perkins.
El drogadicto de la población.
En casa de ricos: la sirvienta peruana.
Prostituta en la iglesia.
Entre machistas: mujer.
Evangélico despreciado por católicos.
En medio de la humanidad: Dios.

Ignacio

¿Pa´ dónde va la micro?

Hace unos días atrás, iba en micro al centro de Santiago y en el viaje escuché la conversación de dos mujeres que estaban sentadas cerca. Una de ellas era separada y la otra estaba preparando su matrimonio. En un momento una de ellas preguntó: ¿Por qué a los matrimonios les cuesta tanto perseverar? Y la otra contestó: porque durante el pololeo, hay que estar constantemente ganándose y validándose frente a la persona, pero cuando la pareja se casa, uno se olvida que la relación hay que seguir alimentándola, porque creemos que ya está todo ganado. Digo esto porque en la relación con Dios pasa algo similar: si la relación con Él no la cultivamos permanentemente, se va entibiando y perdiendo valor.

Una manera concreta de cultivar la relación con Él es a través de la oración, pero si ella no me lleva a convertir el corazón y a entregarme por entero al otro, amándolo asumiendo el costo que ello significa, puede que finalmente esté cultivando una relación esquizoide y sin mucho sentido. Es difícil pensar el amor de Dios si mi mundo de relaciones está dañado por mi incapacidad de ofrecer ayuda al que lo está pasando mal, o de acompañar al que está solo, o si no tengo una mínima sensibilidad hacia los más pobres.

La relación con Dios se hace concreta en la vida cotidiana y es por eso que, como decíamos al principio, hay que cultivarla constantemente para que a través de nuestra vida y nuestra relación con los demás, vaya tomando sentido y no se diluya como muchas otras cosas.

Jesús en el Evangelio nos hace una invitación concreta y es en ella donde se juega nuestra salvación: ¿Amaste a tu prójimo?

Juan Cristobal Pasini

Lecturas Domingo 29 de Octubre

El ciego Bartimeo
Jeremías 31, 7-9
Salmo 125
Carta a los Hebreos 5, 1-6
Evangelio según San Marcos 10,
46-52

Al principio, era el Verbo...

Con Ignacio hemos querido obligarnos a escribir ‘en público’. Da vergüenza ser leído, como cuando la mamá habla de uno delante de las visitas. Por eso un blog donde, cada domingo, tengamos que salir al living de la casa y presentarnos a todo aquel que llegue.

No queremos escribir para que otros sepan qué nos apena y nos da rabia, o lo que hace saltar los resortes que llevamos dentro. Ciertamente, eso se traslucirá domingo a domingo. Lo que anima este espacio es hablar, con otros, de Aquel que se comunica a sí mismo de un modo muy sencillo. Queremos buscarle al Verbo nuevos Sujetos y Predicados.

El orden que seguiremos es mínimo: el Evangelio que reza todo el Pueblo de Dios los domingos. El cual comentaremos lo más libre y cariñosamente posible, aun cuando parezcamos sombríos y aguafiestas. Para equilibrar esto, le pediremos a personas cercanas que también comenten las lecturas.

Si no cumplimos con la palabra, tienen todo el derecho de alegar.
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Veamos qué pasa, y si mi prosa cuaja con su verso.
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Mario

Los ángeles anónimos


En el nombre
del Padre
y del Hijo
y de la Espíritu Santo
y de la Madre
y de la Abuela
y del Nieto
y de Yahveh
y de Baal
y de Alá
y de Zeus
y de Ayyavazhi
y de Viracocha
y del Supremo Arquitecto
y de la Causa Primera
y de la Nada
y del Abismo
y del Arte,
en el nombre de Dios.
Cualquiera sea su nombre.



Ignacio

¿Qué quieres?

“¿Qué quieres?” Ésta es la pregunta que le hace Jesús a Bartimeo, el ciego. Ahí está sentado... pero grita, no se queda callado, y como buen ciego sabe tocar, pues es el modo que tiene para entender el mundo. Esta vez toca el corazón profundamente humano del mismo Dios. Con sus gritos nos muestra que Dios no es sordo, sino que está ahí precisamente con aquellos y aquellas que le gritan, particularmente si esas cosas son gritadas por los pequeñitos y pequeñitas.

Hoy hay muchos gritos, gritaron hace unos meses los pingüinos; gritan los sin techo, o los que a cambio de techo han perdido sus amistades y contactos; gritan aquellos chicos a quienes la polera no les cubre la guata, ni el salario de sus padres alcanza hasta final de mes; una ciudad ciega que permite pasar de un barrio de primer mundo a otro de primer mundo, sin enterarse siquiera que entre medio hay cientos de miles que viven en condiciones que también nos gritan... y también aquellos gritos que viven amoblados de una fina soledad, la cual tampoco se calla, y la lista se multiplica a millones de almas por ciudad, a centenares de historia por cada vida...

¿Y dónde estamos nosotros en medio de esta escena? A veces tan enceguecidos de desesperanza que creemos que no sirve de nada, ni siquiera gritar. Muchas veces nosotros estamos más del lado de los que medio avergonzados, le pedimos a los que gritan que no jodan, que no nos perturben, escuchar los gritos es muy incómodo y preferimos maquillarlos, “son demasiado feos”. Por otra parte, quien sufre grita y su grito no se calla, y el ciego porfiado y valiente, con ese valor que nace de la desesperación es al final el único que ve, que reconoce que el hombre que pasa por ahí es el hijo de Dios y que puede salvarlo.

Y tú que lees esto “¿Qué quieres?” Te desafío a que le pidas a Jesús que te haga ver. Para no sonar farisaico, que nos haga ver, como Él ve, que no seamos ni ciegos, ni indiferentes (que es la peor de las cegueras) delante de los gritos que nos llueven por todos lados.
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¿Y tú te atreves a pedirle a Jesús, como el ciego, que te haga ver?
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Rubén Morgado