“Vayan a anunciar a Juan lo que están viendo...”
Vi tu rostro, y en tu rostro ardía el fuego.
Vi tu cabello, y de él fluía el viento.
Vi tus labios, y de tus labios brotaba el agua.
Vi tus ojos, y ellos sostenían la tierra.
Vi tu cabello, y de él fluía el viento.
Vi tus labios, y de tus labios brotaba el agua.
Vi tus ojos, y ellos sostenían la tierra.
Ignacio
Nota del Editor: Jesús no proclama la resignación sino que entregó su vida entera para que todos tengan vida.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario