¿Cómo salir al encuentro de aquellos
que hoy necesitan abrazos resucitadores?
¿No merezco acaso un poco de ternura?
¿No podré decir: ven, acaríciame?
En medio de este desierto mi piel necesita de otra piel.
Condenado a la soledad ya no espero un milagro.
Cero positivo dice mi cuerpo en todos sus poros
y nadie más lo volverá a tocar.
Ignacio
1 comentario:
Todos los necesitamos...
y todos somos capaces de darlos...
quizas el milagro esta en saber pedirlos,
en estar dispuesto a regalarlos,
escuchar aun los pedidos silenciosos...
y tambien en saber recibir y acoger los abrazos que se nos dan.
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