Sanarme


Señor, no soy digno de que entres en mi casa,
pero un discurso tuyo sobre el pan de vida,

un poco de barro que untes en mis ojos,
una invitación a cargar con mi camilla,
un dedo que introduzcas en mis oídos,
una orla de tu manto que yo toque,
una expulsión de mis demonios,
un poco de saliva en mi lengua,

un quiero a mi piel leprosa,
y un soplo de tu Espíritu,
bastarán para sanarme.

Ignacio

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Este poema tiene sus inspiración en las siguientes citas del Evangelio:

pan de vida... Jn. 6, 34.
barro en los ojos... Jn. 9, 6.
cargar mi camilla... Mt. 9, 6.
dedo en mis oídos... Mc. 7, 33.
orla del manto... Lc. 8, 44.
expulsión de demonios... Mc. 5, 13.
saliva en mi lengua... Mc. 7, 33.
quiero a piel leprosa... Mt. 8, 3.
soplo de tu Espíritu... Jn. 20, 22.

Unknown dijo...

me gustó mucho este poema, nacho, te felicito

Anónimo dijo...

... buena cosecha ...