A un costado


Sentado en la mesa de los heridos,
ceno cada día con perdedores.

Sentado en la mesa de los heridos,
a un costado de los quebrantados.

Sentado en la mesa de los heridos,
escucho los lamentos que nadie quiere oír.

Sentado en la mesa de los heridos,
porque herido, también, estoy yo.


Ignacio

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