Las piedras llovían hacia el cielo.
Y un pétalo de lágrima resbaló por tu mejilla.
La orfandad crece cada 25.
La realidad se convierte en una pantalla de computador:
todo es plano
(y basta apretar un botón para ir hacia otro lado).
¡Silencio!
Un rayo de flor iluminó al sol.
Ignacio
3 comentarios:
Hola Corcuera!!
Leí el poema de la semana pasada, ya que no lo había hecho.
Excelente!! Lo podríamos poner en el mural del Techo.
Suerte el domingo al llegar a la casita. El lunes pasa el señor Barriga a cobrar la cuenta.jaja
Buena Nacho!! no tenía idea de tus dotes artísticas, pero veo q van más allá de las de humorista.
Muchas gracias por generar un ratito de reflexión, llegue de chiripazo a tu página y me encantó.
Nos estamos viendo!
Pili Phillips
Ignacio:
Gracias por el rayo de flor... siempre es bienvenido y siempre ayuda.
Me encanto el poema.
Un abrazo.
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