Y si el test diera positivo


Adviento tiene algo parecido a los tres minutos de incertidumbre frente al test de embarazo. En este tiempo, los cristianos nos volvemos a exponer a la vertiginosa posibilidad de que efectivamente venga un niño, y que con él, cambie nuestra historia para siempre.

Algunos viven esta espera deseosos. Están en condiciones de alegrarse. Otros la viven en contradicción. No es posible, no es cierto, no estamos preparados. Como sea. A la hora que ustedes menos lo piensen viene el Hijo del Hombre (Mt 24,44).

Empezar a creer que diera positivo, que efectivamente viniera un niño es, de hecho, lo que más intranquiliza. Sin saber aún de qué se trata, es claro al menos que exigirá cambios. Un terremoto de medio kilo, puede derrumbarlo todo. ¿Podrá crecer vida entre los escombros? La noche está avanzada, el día se echa encima (Rm 13,12).

Habrá asuntos domésticos que cambiar y convertir. Rutina nueva y nuevos ritos. Tiempo de mirarlo, de descubrirlo. Estar atento a sus necesidades y las tuyas. Ponerse a trabajar o trabajar el doble. Aunque eso cada vez te importará menos. Al imaginarlo te vas enamorando. Nada de comilonas ni borracheras, nada de lujuria ni desenfreno, nada de riñas ni de pendencias (Rm 13,14). Todo en ti se alegrará en ser-para-el-que-amas. Total humanidad.

¿Y qué dirán los otros? No permanecerán indiferentes. Algunos te animarán, serán apoyo, compañía. Otros, no cabe duda, serán condena. El amor está de tu lado. No hay nada que ocultar, caminarás como en pleno día, con dignidad (Rm 13,13). Una nueva vida es siempre buena nueva. Verán tu alegría, notarán la paz contigo (Sal 121,8).

También al mundo lo verás diferente, le desearás la paz (Sal 121,6). Lo que antes quizás ni notabas, ahora te importa. El amor te urge. Es el mundo tuyo, pero también será el mundo de él y lo quieres lo mejor posible para que él viva. Querrás abrigar a los niños de la calle, porque verás en ellos su rostro. Querrás contarles a todos la alegría de tu espera y te sumarás a los que caminan en la misma caravana.

Puede ser también que el test diga negativo. En ese caso, al menos te queda lo soñado. Creer que por amor estarías dispuesto grandes cosas. Nuestra alegría está más cerca ahora, que cuando empezamos a creer (Rom 13,12).

JnDiegosj

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy bueno, gracias