Al séptimo día….

En Iquique, un niño murió de hambre. Aferrado a un pedazo de pan, y luego de siete días, fue encontrado bajo la cama por sus vecinos y un cura a cargo de la sala cuna donde diariamente iba con su madre. Los vecinos de la población Los Puquios prefieren pensar que Igor murió de un ataque respiratorio o de una manera fulminante. Prefieren eso a imaginarse que el niño de un año y medio sufrió todos esos días, solo en su casa, sin alimentos, hasta que su cuerpo no resistió.

El niño Jesús nació hace siete días. Él es el Pan de vida que, con sus propias manos, se reparte para que nosotros no pasemos hambre.

¿Dónde quedó?

Mario

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