Toda una vida


A veces separamos la Navidad del resto de nuestras vidas. La vemos como un paréntesis en medio del ajetreo del fin de año. A veces separamos el Nacimiento de Jesús del resto de su vida. Lo vemos como un milagro, como algo “hermoso” que poco y nada tiene que ver con su mensaje, muerte y resurrección. Pero en realidad, desde la Encarnación hasta la pasión hay un solo movimiento de Dios, es casi una obsesión por asumir cada vez más lo humano. San Ignacio de Loyola, lo expresa muy bien en el libro de los Ejercicios Espirituales, María y José sufrieron bastante para que Jesús pudiera nacer, y todo este esfuerzo para que finalmente muera en la cruz. La Salvación es un regalo, pero que viene desde abajo. Jesús asume todas nuestras dificultades, todos nuestros dolores, todas nuestras muertes, para entregarnos su vida plena. Una vida que encuentra su sentido en compartirla con los marginados.

Andres

2 comentarios:

xxxxx dijo...

Gracias por el recordatorio.
Creo que si hay algo de lo que puedo estar segura, es que la salvacion viene desde abajo...
Y que se descubre, crea, recrea en el encuentro con los otros, especialemente con los más debiles, con los que sufren, con los que estan ahi donde nadie quiere estar.

Anita dijo...

Ignacio inspirado esta semana...

Saqué un texto de Juan Diego sj y lo publiqué en un pasquín que realizo, respeté todo y coloqué la información del blog, se difunde en la diócesis san José de Melipilla.
Lo siento sé que debí haberlo hecho antes, pero de igual modo se los cuento.
Saludos, Adicta fiel